Por: José Dunker L.
La pelea entre Leonel y Danilo no es solo de ellos, ni del PLD, sino de toda la sociedad, y su raíz es la falta de vigencia del imperio de la ley.
‘Hoy por mi, mañana por ti’, dice el refrán, y asi sucede en la vida política. Lo que Leonel reclama hoy, ayer lo reclamó Peña Gómez de Balaguer, una y otra vez, y lo reclamó el PLD antes de llegar al poder, y lo ha reclamado sin cesar la oposición actual contra el PLD. Los hechos están ahí: ¡no se puede reclamar nada en contra del poder, pues se aplica el viejo dicho de ‘la piedra y el huevo’, que como quiera gana la piedra! Esa es la gran diferencia con los países civilizados, que ellos respetan las reglas de juego.
¿Que no recordamos la manera como Balaguer una y otra vez se reelegió, usando todas las triquiñuelas posibles, y sin que hubiera ningún poder civil a quién reclamar? Para revertir el último fraude en 1994 Peña Gómez tuvo que accionar a nivel internacional, y desde afuera vino la orden para repetir elecciones en el 1996, y desde afuera vino la presión para respetar las elecciones del 1978, y aunque Balaguer se robó cuatro senadores, tuvo que entregar el poder, y ahora mismo, desde afuera tuvo que venir Pompeo para impedir una nueva vileza contra el orden institucional. ¿Este es el país que queremos? ¿Satisface esta versión de ‘concho primo’ nuestras aspiraciones democráticas?
El país necesita como medida urgente un PACTO POR EL IMPERIO DE LA LEY. Esto significa respeto irrestricto a la ley, desde todas las altas cortes, comenzando por el Gabinete Presidencial. No podemos seguir tratando la constitución “como si fuera un pedazo de papel”. Si la ley dice 10% para los cabildos, el gobierno no puede hacer un presupuesto que apenas llega al 2.4%, aunque se valga para ello de todos los artificios legales habidos y por haber, para no cumplir lo establecido. Si la ley dice 2.66 % para el Poder Judicial, no es posible que el actual presupuesto no llegue ni siquiera al 1%. Si la constitucion prohibe la reelección del Presidente, ¿cómo es que tuvo que intervenir el poder extranjero para que se respetara la constitución? Que nadie suponga que el problema se resuelve con nuevas leyes. Tenemos legislación suficiente para establecer la democracia. Lo que falta es el hábito de cumplir las reglas y la palabra empeñada, y hay que admitir que esto trasciende a los gobiernos que hemos tenido, desde el Presidente Santana hasta Danilo Medina. Lo que hace falta es un nuevo comienzo, bajo el compromiso de respetar el orden institucional, y esto puede ser un pacto sin precedentes, bajo el acuerdo mínimo de que los líderes van a respetar el estamento legal, y si los líderes lo hacen, sus seguidores les imitarán, y una nueva historia puede comenzar, tal como pasó en Grecia, Roma, Occidente, y sucede hoy en países como Singapur.
Trascendamos, pues, el conflicto de Leonel y Danilo y aprovechemos para convocar un gran pacto por el imperio de la ley, quizás empujado por los empresarios y las iglesias. Esto es más importante que el 4% para la educación, pues aquello terminó en “paja para la garza”, pues no se introdujeron los otros cambios que el sistema necesita.
Este es el reto: un PACTO POR EL IMPERIO DE LA LEY, y que a partir de ahora lo que dice la ley se cumpla, caiga quien caiga, sea grande o chiquito, incluyendo a los familiares del Presidente.